Puedes ayudar a tu cuerpo a mantenerse a salvo de los catarros, reforzando tu sistema inmunitario y siguiendo unos sencillas hábitos de prevención.
Debemos saber que la humedad y el frío hacen que nuestras mucosas respiratorias estén más sensibles y sean la puerta de entrada de estos microorganismos, que se contagian con enorme facilidad gracias a que con las restricciones debido a la pandemia, pasamos más tiempo en lugares cerrados.
Si además estamos bajos de defensas por algún motivo (una época de más estrés, un poco de anemia, alguna enfermedad que afecte al sistema inmunitario…), los resfriados estarán a la orden del día.
Para prevenirlo:
Consume mucha vitamina: Consume a diario mínimo 3 raciones de frutas y verduras, especialmente las más ricas en vitamina C (cítricos, kiwi, pimiento verde…), vitamina A (zanahoria, espárragos, tomate…) y vitamina B (verduras de hoja verde, cereales, legumbres…). Por otro lado, el zinc (marisco, patatas, berenjena, huevos…) ayuda también a reforzar el sistema inmunitario, al igual que ciertas sustancias que contienen el ajo y la cebolla. Una ingesta adecuada de proteínas es importante asimismo para tener las defensas fuertes.
Remedios naturales: La miel, el própolis, la jalea real, el ginseng, la equinácea o el tomillo, son un buen escudo para tener las defensas siempre altas.
Abrígate bien: los cambios bruscos de temperatura afectan tus vías respiratorias, sobre todo si vienes de un lugar con la calefacción muy alta. No olvides proteger tu cuello.
Ejercítate: Es muy beneficioso para estimular el sistema inmunitario contra todo tipo de enfermedades.
Duerme lo suficiente: Dormir menos de siete horas diarias se ha asociado con un riesgo tres veces mayor de desarrollar infecciones víricas como los catarros.
Si ya lo tienes:
Aliméntate bien: La pérdida de apetito es normal cuando estamos resfriados, pero hay que intentar comer en cantidad suficiente alimentos que elevan las defensas, de los que hablábamos antes, porque el cuerpo necesita nutrientes para recuperarse pronto.
Bebe abundante líquido: Con el catarro, si sudamos más por la fiebre y tenemos mucha mucosidad, podemos perder un significativo volumen de líquido corporal y sales minerales, que es muy importante recuperar bebiendo agua, infusiones, zumos de frutas naturales y consomés de verdura (enriquecidos, si quieres, con un poco de arroz, carne o pescado).
Extrema la higiene: El resfriado se contagia fácilmente a través del contacto directo con objetos o a través de las gotitas de saliva lanzadas al hablar, toser o estornudar. Para no contagiar a los demás, usa pañuelos de papel, lávate a menudo las manos y no olvides usar mascarilla.
Descansa todo lo que puedas: Ayudarás a trabajar a tus defensas y mejorará tu resfriado.
Ventila bien la casa: Abre las ventanas unos diez minutos todas las mañanas para que se renueve el aire cargado.
Evita el tabaco: Si fumas, el humo irrita las mucosas de todo tu sistema respiratorio y hace que tardes más en recuperarte. Si alguien en tu casa es fumador, pídele que no fume en tu presencia.
Quédate en casa: evita tener contacto con otras personas, debido a la pandemia debemos extremar aún más las precauciones y aunque se trate de un catarro, es mejor evitar cualquier contacto hasta que no estemos seguros que no se trata de COVID.19.
Y recuerda que el catarro se cura sin tratamiento específico. Para su tratamiento no es necesario el uso de antibióticos, ya que se trata de una enfermedad vírica y no bacteriana. Tampoco existe una vacuna para “el virus” del catarro, puesto que está causado por numerosos tipos y cepas de virus diferentes. Solo se pueden tratar los síntomas.
Si tienes dudas consúltanos, estamos para ayudarte.
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